Queridos profesores y profesoras:
Estoy seguro que no es fácil reunirse en medio de una huelga
que
mantiene cerrado el centro natural de encuentro de todos ustedes, en
medio de un conflicto que tomó por sorpresa a la mayoría
de la UNAM,
ante un panorama que no parece mostrar soluciones inminentes, frente
a
dos culturas políticas antagónicas (una que toma decisiones
a nombre de
los demás y otra que es despolitizada incluso cuando se trata
de los
intereses más cercanos).
Me gustaría que su propuesta fuera suficiente para destrabar
el
conflicto, aunque a estas alturas hay miles de estudiantes de
bachillerato que saben que no podrán elegir carrera en la UNAM
pues
tienen menos de nueve de promedio (condición necesaria, según
las
reformas de 1997 al Reglamento General de Inscripciones, para ingresar
a una licenciatura saturada) y confian que el movimiento les regrese
el
derecho a elegir su destino académico. La propuesta de ustedes
no les
satisface.
Por otra parte, increíblemente, a estas alturas el Rector sigue
creyendo que es intolerable regresar a la situación que había
el 14 de
marzo, cuando no se había aprobado el nuevo Reglamento General
de
Pagos. La iniciativa de buena fe de los académicos tampoco le
satisface.
Hace falta mucha imaginación para resolver el problema que vive
la
UNAM. Gracias por no esperar con los brazos cruzados.
Bernardo Bolaños